¿Quiénes somos?

Todos están bienvenidos a la Iglesia de los discípulos de Cristo, localizado en el soleado Madrid, España. Aquí encontrarás ánimo y discípulos de diferentes países unidos en un solo cuerpo, Jesús Cristo.
Como si ya eres seguidor de Cristo, buscando una iglesia, solo de visita o pensando en encontrar a Dios esperemos que esto te ayude y que te dé una idea de que esperar cuando vengas a vernos.

NUESTRA HISTORIA

Todo empezó en Boston, Estados Unidos en 1979 con 30 discípulos de Cristo y ha crecido hasta convertirse en una congregación de miles y ya llega a todas esquinas del mundo. Nuestro misión era valientemente dirigir gente a seguir a Cristo- con la biblia de guía. Hoy nuestro misión sigue siendo igual. Somos igual de animados de ayudar a la gente para seguir a Cristo, y ayudar a gente de todas nacionalidades e historias de vida crecer en sus vidas espirituales.

NUESTRAS CREENCIAS Y CONVICCIONES
Fe en la biblia

CREEMOS que la Biblia es la inspirada, infalible e inerrable palabra de Dios; revelada al hombre por medio del Espíritu Santo y, por tanto, única regla de fe y conducta para todo creyente en Jesucristo (2 Timoteo 3:16-17; Hebreos 4:12).

DIOS PADRE: Creador

CREEMOS en el Dios de las santas Escrituras. Rendimos a Él nuestras vidas. Único Dios, creador del universo, a quien adoramos y alabamos; y quien, simplemente, habló al mundo de su existencia (Deuteronomio 6:4; Deuteronomio 32:39; Eclesiastés 11:5).

DIOS HIJO: Jesucristo

CREEMOS en Jesús como el camino, la verdad y la vida. El único a través de quien podemos llegar a Dios. Él es la piedra angular de nuestra fe. Todo lo que es valioso de nuestra creencia se origina en su forma de vida y en sus enseñanzas. Creemos que Cristo, como Hijo, es la fiel y plena imagen de lo que es el Padre; y que el Padre creó todo lo que hay en el cielo y en la Tierra –tanto lo visible como lo invisible– a través suyo (Juan 14:6; Hebreos 1:3; Colosenses 2:9-10).

DIOS ESPÍRITU SANTO: Consolador

CREEMOS que el Santo Espíritu procede del Padre. Es defensor, ayudador y revelador de la obra de Dios. Es el único representante de Jesús en la Tierra. Es el sello de nuestra salvación (Juan 14:15-17, Juan 16:5-15).

Creados con libertad de decisión

CREEMOS que el ser humano fue creado a imagen y semejanza de Dios; quien le concedió libre albedrío (libertad de decisión), para que pudiera alcanzar (o no) una relación con Él (Génesis 1:26-27; 1 Corintios 6:12).

Verdad y comprensión espiritual

CREEMOS en un mundo espiritual (cielo e infierno); en la existencia de santos ángeles, servidores del Dios Altísimo, enviados en ayuda de quienes van a recibir la salvación; y en malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo que nos rodea (1 Corintios 2:12-14; Daniel 4:17; Hebreos 1:14; Efesios 6:11-12).

Rescate del hombre

CREEMOS que la desobediencia de Adán y Eva, fue el pecado que ocasionó la caída de la humanidad (fue la manera en que el pecado entró en el mundo). La Biblia describe el esfuerzo de Dios, desde entonces, por rescatar al ser humano de su perdición (Génesis 3).

Separación y reconciliación

CREEMOS que el pecado produce una separación total entre Dios y la humanidad. Ningún esfuerzo meramente humano podrá rescatar, restablecer o reconciliar a los seres humanos con Dios (Isaías 59:1-2).

Plan de salvación

CREEMOS que nuestra salvación depende totalmente de la obra de Dios, inspirada por su propia misericordia y gracia; no por nuestras ‘buenas obras’. Su obra redime a aquellos que escuchan, creen y obedecen el mensaje del Evangelio, se bautizan, y continúan siendo fieles hasta su muerte (Efesios 2:8-10; Colosenses 2:12; Hebreos 10:32-39; Santiago 1:12; Lucas 14:25-33).

Arrepentimiento y bautismo

CREEMOS que nuestra conversión comienza reconociendo a Jesús como el Hijo de Dios; y siendo conscientes de su muerte y resurrección. También, con un evidente arrepentimiento de nuestro pecado y con la confesión de Jesús como nuestro Señor y Salvador. Finalmente, consolidamos nuestra condición en el milagro del ‘nuevo nacimiento’ –al ser sumergidos en agua– para el perdón de nuestros pecados, y en la promesa de que Dios nos dará su Espíritu Santo (Juan 20:30-31, Hechos 2:38-39; Romanos 10:8-9; Tito 3:3-5).

Salvos para anunciar la salvación

CREEMOS que, como discípulos de Jesús, estamos llamados a predicar el mensaje de salvación de nuestro Señor; y a cumplir con la gran comisión de ir y hacer más discípulos a todas las naciones (Juan 8:31; Mateo 16:24; Juan 15:8; Mateo 28:18-20).

Iglesia de Cristo

CREEMOS que la iglesia es el cuerpo de Cristo, y que es una sola; que fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu. Como miembros compartimos los mismos derechos y deberes; y el amor de los unos por los otros es lo que nos construye. La iglesia esta levantada sobre los fundamentos que son: los profetas, los apóstoles y Jesucristo mismo (como la piedra angular y cabeza de ese cuerpo). Dios ha querido dar dones a los miembros de su iglesia, para edificación de la misma (Efesios 4:4; 1 Corintios 12:12-31; Efesios 2:19-22; Colosenses 1:18-20).

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